Conocida como la tierra del mariachi y el tequila, Jalisco posee una cultura gastronómica que ha atravesado fronteras. Continúa leyendo, te contaremos la historia y la información nutricional de platillos de la comida típica de Jalisco.
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Torta ahogada
La historia de muchos platillos y alimentos del mundo se funden con las leyendas. Así pasa con la torta ahogada cuyos orígenes no están muy claros.
Digamos que en principio, para que la torta ahogada existiera, tuvieron que existir el birote y las carnitas. El birote es un pan de sal que dejaron como herencia los franceses en su paso por México durante la intervención francesa (1861-1867).
La historia dice que un belga de nombre Camille Pirotte llegó a Guadalajara durante la ocupación francesa como panadero. Además de vender un pan parecido a la baguette (no tuvo todos los ingredientes en México así que tuvo que ingeniárselas) dio clases de panadería a los tapatíos.
Su pan se volvió muy popular y se quedó en el gusto de los habitantes quienes lo llamaron birote, una deformación del apellido Pirotte.
El origen de las carnitas también es incierto. Lo más probable es que el platillo naciera durante la época novohispana, ya que anteriormente no había carne de cerdo en Mesoamérica. Michoacán es el estado que disputa su creación ya que ellos elaboran los enormes cazos de cobre donde se preparan desde el siglo XVI.
Ahora bien, en cuanto a la torta ahogada, la leyenda cuenta que a principios de siglo, un jornalero llegó hambriento a casa, y se preparó lo primero que encontró. A un birote le puso carnitas y salsa, y el resultado fue un manjar.
Aunque la torta ahogada no es un platillo para todos los días, sin duda forma parte de nuestra tradición gastronómica. Una torta ahogada aporta sobre todo proteína: aporta 28.4 gramos de proteína, 5.2 gramos de grasa, 3 gramos de carbohidratos y solo 172 gramos de calorías.
Birria
Las preparaciones en horno de tierra fueron conocidas en el territorio mexicano mucho antes de que los españoles llegaran a este territorio.
Con la llegada de los españoles, nuevos ingredientes estuvieron disponibles y entre ambas culturas hubo una fusión de elementos que dieron origen a la gastronomía mexicana.
Entre los ingredientes que vinieron de Europa están los chivos y cabras que en muchos estados se empezaron a cocinar con la técnica del horno de tierra, dando origen a platillos como la barbacoa.
En el caso específico de la birria, esta se gestó en el pueblo de Cocula, donde los chivos, traidos por los españoles se reprodujeron hasta convertirse en una plaga.
Los chivos se comían todo a su paso, y durante el siglo XVI dejaron a la población sin cosechas para alimentarse. Como una forma de terminar con la plaga, los pobladores de Cocula, los cocas, empezaron a cazar masivamente a los chivos.
Pero su carne era dura para comer y con un olor desagradable por lo que intentaron varias preparaciones con especias potentes, chiles y hecha en barbacoa, envuelta en hojas de maguey. Así fue como nació uno de los favoritos de la comida típica de Jalisco
Si bien la birria es carne roja, y por ello su consumo debe limitarse a momentos especiales, no está excenta de algunos beneficios. Por ejemplo, contiene zinc, que beneficia el mantenimiento de las células y favorece el funcionamiento del sistema inmunológico.
Menudo jaliscience
Hecho con las visceras de la res (pancita, tripas y otras menudencias), chiles anchos, jitomate, cebolla, yerbabuena y mejorana, el menudo es uno de los alimentos ideales para la resaca.
Recetas hechas con visceras son comunes a toda América Latina y España con diferentes nombres; así que sus orígenes se escapan de la historia documentada.
Sin embargo, existe una bonita leyenda que dice que en algún pueblo del estado de Jalisco, durante la época virreinal, el carnicero se negaba a vender carne a la población mestiza e indígena, y solo les ofrecía la panza y la patas.
Con esta carne, ellos hicieron deliciosos platillos, entre los que destaca el menudo, que pronto llegó también a la mesa de los blancos, convirtiéndose así en un platillo apreciado por todos.
Según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, una taza de panza contiene 6 gramos de grasa y 16 gramos de carbohidratos, además de apotar 19 miligramos de calcio.
No solo eso, la pancita es una fuente rica de colágeno y elastina, que son buenos para que los músculos, el cabello, los huesos y los tejidos en general puedan regenerarse.
Pozole
El pozole es uno de los platillos distintivos de la comida típica de Jalisco y uno de los favoritos en toda la República.
Según datos del Diccionario gastronómico Larousse existen registros de que durante los festejos en honor al dios Tonatiuh, Moctezuma recibía como alimento un plato de pozole con el muslo de un muchacho sacrificado.
Desde hace mucho que ese ingrediente ha dejado de formar parte del pozole, en cambio se le añadieron elementos provenientes de Europa y Asia como la cebolla, el orégano, la lechuga y el rábano.
Si te parece que el pozole es un poco excesivo, puedes comerlo con confianza, ya que el IMSS ha declarado que el pozole es una comida saludable y que contiene todos los nutrientes que se requieren a la hora de la comida.
Esto sin contar acompañamientos como las tostadas, la crema y el chicharrón.
Aún así es un gusto que vale la pena darse de vez en cuando.
No cabe duda que la gastronomía mexicana es única. Te invitamos a probar la comida típica de Jalisco, la tierra del tequila y el mariachi todo.
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