En justo.mx. nos gusta tomar ideas de todo el mundo porque siempre hay algo que nos sorprende y que puede mejorar de alguna forma nuestro día. Esta vez te presentamos el desayuno tradicional alemán.
Imagina una mañana desayunar como si estuvieras en otra parte del mundo… Seguramente esto te hará comenzar tu día con otro ánimo. En esta ocasión «viajaremos» hasta Europa, precisamente en Alemania, para conocer cómo inyectan energía a su cuerpo al iniciar el día.
Le preguntamos a la fotógrafa Elisabeth Probst, hija de padre alemán y madre mexicana, sobre las temporadas que ha vivido en ese país. Nos contó que solían desayunar entre las 6:00 y las 9:00 de la mañana y que lo que le gustaba mucho es que disponían todos los apetitosos elementos al centro de la mesa para que de ahí fueran tomando poco a poco lo que más se les antojara. En general, es bastante abundante y tiene cierto parecido con el desayuno anglosajón.
El pan, irremplazable
Uno de sus ingredientes principales del desayuno en Alemania es el pan. Es bien sabido que en toda Europa tienen una tradición extensa y milenaria de panadería, así que lo disfrutan en todas sus comidas.
En Alemania existen hasta 300 clases de pan y en el desayuno se suelen tomar los llamados brötchen (panecillos o bollos), que pueden ser blancos, integrales, de centeno o cebada, con semillas de girasol, sésamo o amapolas y que acompañan con mantequilla y mermelada.
Lissi Probst recuerda que donde vivió a menudo había en la mesa paté y que solían integrarlo al pan además de una untadita de mantequilla.
Müsli, el cereal infalible
Si hay que hablar de un clásico del desayuno alemán, en definitiva este sería el müsli. Se trata de una combinación de granola con cereales y en ocasiones le añaden frutos secos o pasas. Hay muchos alemanes que la preparan en casa al gusto de la familia. Lo acompañan con leche o yogur.
Bauernomelett: la tortilla alemana
Esta tortilla o torta se suele servir en el desayuno, pero como la aman, es común verla también al centro de la mesa durante la comida o la cena. Es una combinación de tocino, cebolla, papas, perejil, huevos y leche.
La tradición de las mermeladas
Sin duda lo que más extraña de esos desayunos Lissi Probst. Los alemanes aman el dulce, por eso en la mesa nunca falta una mermelada hecha en casa o de alguna marca comercial para untar en el pan, junto con la mantequilla. Les encantan los alimentos caseros.
Las proteínas que adoran
Obviamente, los alemanes no olvidan las proteínas de origen animal y de forma armónica y lo mejor presentable posible. Ubican al centro diferentes tipos de quesos y carnes frías o embutidos para que cada quien tome a su gusto.
Los huevos por lo general se consumen tibios en una base individual que todo mundo tiene en sus casas, o duros, partidos por la mitad, sobre un pan con alguna rebanada de jamón.
Fruta y café
Las frutas pueden incorporarse a la leche con los cereales antes mencionados, por supuesto que tienen muchos frutos del bosque y fresas. Les gusta mucho el plátano y la piña, aunque para ellos son sumamente costosas estas frutas tropicales.
De tomar sus favoritos son el café y el té negro, consumen muchos jugos envasados adicionados con vitaminas (si llevan piña, mejor).
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