Aunque tiene igualmente partidarios que detractores, la dieta flexivegetariana se alinea a algunas de las preocupaciones más comunes de nuestro tiempo. Cómo comer más saludable y cómo hacerlo sin que ello represente una carga excesiva para nuestro planeta.
En justo.mx nos interesa tu bienestar y por eso te contamos todo sobre esta nueva tendencia alimentaria.
Este neologismo en realidad no es tan nuevo y fue usado por primera vez en los 90 en una reseña de un restaurante. Pero ha sido solo recientemente que el término se ha empezado a popularizar: los gurús del wellness hablan sobre el tema y una creciente comunidad de flexitarianos empezó a definir los lineamientos de este régimen.
La esencia del flexivegetarianismo se encuentra en comer fundamentalmente alimentos de origen vegetal (frutas, verduras, semillas y granos), algunos lácteos, y muy ocasionalmente —y en pocas cantidades— carnes, aves y pescados.
Qué dicen sus detractores
No es que los detractores del flexivegetarianismo (veganos y vegetarianos comprometidos) estén en desacuerdo con este plan de alimentación en sí mismo, sino con el uso del término.
Y tienen un punto a su favor: ¿No ha sido en realidad la dieta flexivegetariana la forma en que se ha comido por milenios cuando no se tiene acceso constante a proteínas animales?
Según algunos comentarios en redes sociales veganas, el flexivegetarianismo desvirtúa los conceptos vegano y vegetariano, porque en la esencia de estos está el compromiso medioambiental, y no solamente la idea de lo saludable.
Algo así como que si consumes carne, aunque sea una vez cada determinado tiempo, entras al mismo juego de cualquier consumidor.
Sin embargo, muchos vegetarianos reconocen en esta tendencia una manera más sencilla de adoptar un estilo de vida saludable y además menos letal para el planeta.
Para demostrarlo, basta con visitar Reddit, donde es posible encontrar varias entradas donde se admite que el flexivegetarianismo es una fórmula intermedia entre el vegetarianismo y la dieta normal.
Incluso hay personas que refieren que ser flexivegetarianos les ha permitido decantarse por el vegetarianismo o el veganismo sin cortar de tajo con la proteína animal, sino paulatinamente.
¿Por qué es benéfica?
Más allá de cualquier extremismo, la realidad es que la dieta flexivegetariana tiene un doble beneficio.
En primer lugar, no hay lugar a dudas de que incluso llevando una dieta omnívora, restringir el consumo de proteínas animales es una cosa buena para el planeta, ya que la producción ganadera es uno de los mayores productores de gases de efecto invernadero.
Y comer menos carne también es mejor para nuestro organismo. Así lo defiende la OMS y casi cualquier otro organismo especializado en gestionar la salud de la población mundial.
De hecho, si siguiéramos las recomendaciones del plato del buen comer, estaríamos muy cerca del flexivegetarianismo.
Pero, qué marcaría entonces la diferencia. El blog español Flexitariano anota que el flexivegetariano es aquel que «consume todos o algunos de estos productos [mariscos, pescados, aves y carnes rojas], pero lo hace de manera ocasional y excepcional».
Los beneficios pueden ser múltiples:
- Disminuye el riesgo de enfermedades cardiacas, diabetes y problemas cardiovasculares.
- Al consumir más frutas, verduras, granos y semillas, aumenta la ingesta de fibra (hasta un 200%), lo que beneficia a nuestro sistema digestivo y por ende a nuestro sistema inmune.
- Reduce la incidencia de cáncer de colon.
- Reduce el consumo de grasas saturadas.
- Reduce el colesterol malo y los triglicéridos en sangre.
¿Cómo inicio?
Una de las primeras recomendaciones a la hora de unirse al flexivegetarianismo es empezar por retirar el protagonismo a los alimentos de origen animal en nuestras comidas.
Por ejemplo, si tu idea era comer una milanesa con ensalada verde, quizá deberías de optar por un wok de vegetales, nueces y unos 50 gramos de carne. De esa manera irás potenciando el consumo vegetal.
Los seguidores de esta tendencia, refieren que hay que sacarse de la cabeza la idea de que existen alimentos prohibidos, y más bien obrar con inteligencia.
Si solamente un cuarto de tus alimentos del mes pueden ser de origen animal, posiblemente optes por queso y yogur, y dejes la carne para una reunión o una salida con amigos.
Otra cosa que debes recordar es que las mayores deficiencias entre algunos veganos y vegetarianos están en las vitaminas D, B12, ácidos grasos, hierro y zinc. Por lo que debes de tener en mente siempre consumir, tofu, tempeh, seitán, aguacate y leches vegetales.
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