Llega un nuevo año, una oportunidad para ser esas personas que tanto aspiramos, nuevas ideas, metas y objetivos, llega un “nuevo yo”.
Los alimentos son una fuente de energía que cualquier ser humano necesita para llevar a cabo una vida activa, sana y plena, es una necesidad básica. Es por eso que mejorar la relación que tenemos con la comida es un hábito importante, llevándolo paso a paso y escalando poco a poco, para así, poder llegar a tener una dieta equilibrada.
Lograr esto no es sólo cuestión física, sino que para llegar al equilibrio y a ese cambio positivo, también nos tenemos que enfocar en nuestro bienestar mental para poder lograr la vida feliz y saludable que soñamos.
Vivimos en una sociedad que piensa que el ser delgado es sinónimo de bienestar y esto lo único que genera es un miedo en las personas, quienes tienen miedo de dejar las dietas y creen que el no comer es lo más adecuado, pensando que si se hace lo contrario no podrán parar. Pero todo cambia cuando en realidad empiezas a escuchar a tu cuerpo, en lo que necesita y dándole el amor que merece.
¡No dejes que esos juicios ronden en tu cabeza y empieza a entender lo que tu cuerpo te pide!
¿Y cómo mejorar esta relación? En JÜSTO queremos ayudarte a entenderlo y llevar una vida mejor, por eso en este blog te daremos algunos consejos y puntos para tomar en cuenta.
Distingue entre hambre emocional y física
El hambre emocional o de ansiedad es ese sentimiento que te lleva a comer cualquier alimento de la manera más rápida posible, incluso cuando nuestro cuerpo no lo necesita. Por lo que hay que indagar en nosotros mismos y descubrir de dónde viene esa sensación y qué es lo que uno siente al querer comer; una vez teniendo claro este punto, podremos partir desde ahí para remediarlo.
¿Y cómo podemos identificar el hambre física? Sencillo, cuando tu cuerpo te pide alimento va apareciendo de forma gradual, en cambio cuando es hambre emocional, se genera una sensación que únicamente te lleva a comer de manera impulsiva.
Todo empieza por pequeños pasos, así que comienza identificando y siendo consciente.
Disfruta de tus alimentos favoritos
Todo se basa en la cuestión de un balance. No se trata de unirse a los extremos y restringirse por completo. ¡Tu eres el experto en tu cuerpo!
Crea una lista de tus 5 antojos que no puedas resistir y de vez en cuando date el gusto de comerlos y DISFRUTARLOS, si no lo haces, llegará un punto en el que no podrás dejar de pensar en ese antojo y será lo único que querrás comer, generando así un estrés en tu cuerpo que podría llevarte a comer impulsivamente.
Recuerda que la vida también se trata de disfrutar.
Lo que comes vs cuánto comes
Conoce tus porciones, en este punto varía mucho, ya que pensamos que comiendo como tu amiga, familia o el de alado tendrás el cuerpo o te sentirás como ellos y esto es totalmente FALSO.
Tienes que escuchar lo que tu cuerpo necesita, hay muchos factores que ayudarán a definir la cantidad de comida que deberás consumir en el día, por lo que lo más conveniente es acudir con un profesional de la salud y la alimentación para que creen el plan de alimentación ideal para ti.
Metas
Tener una meta u objetivo puede darte mucha motivación. Empieza por ponerte propósitos sanos y reales y poco a poco vas a ir viendo el cambio en cómo se siente tu cuerpo y tu mente.
Nunca es tarde para empezar, acuérdate que cada día es una oportunidad nueva para empezar de 0 y lograr encontrar qué te hace bien para obtener el balance necesario en tu vida. Paso a paso vas a ir descubriendo qué hacer para transformarte en esa persona que siempre has querido ser.
Lograr una alimentación consciente es un proceso que puede tomar algún tiempo, pero te prometemos que es totalmente posible. ¡No te castigues! y deja los pensamientos negativos atrás. Hoy es un día perfecto para empezar a transformar tus hábitos en algo positivo.
Si este tema te interesa y quieres saber más a fondo sobre él, corre a ver el live que nuestras nutriólogas expertas Nathaly Marcus y Patricia González hicieron desde la cuenta de Jüsto.
