La alimentación y la dieta son algunos de los factores que más nos importan a la hora de pensar en nuestra salud. Por lo que «perder peso» es una de las misiones que más nos interesan. Para muestra, la frase arroja 362 millones de búsquedas en internet.
Pero existen muchos más aspectos que entran en juego cuando alguien decide hacer una dieta. Muchos de ellos son muy personales y, por eso, los expertos en nutrición afirman que no se pueden buscar dietas que funcionan para todas las personas.
La restricción de alimentos es la constante en muchas dietas para bajar de peso, pero también es lo que finalmente hace que muchas personas terminen por romperlas: entre los motivos está la desilusión por no llegar al peso deseado, la apatía, infelicidad o insatisfacción.
Al respecto, Evelyn Tribole y Elyse Resch crearon el concepto de alimentación intuitiva: una fórmula que dice que antes de lanzarte a hacer la dieta de moda, debes pensar qué es lo que te ha hecho bien y mal a tu cuerpo y a tu salud durante tu vida.
Los efectos «todo o nada» y «al diablo»
Solo basta investigar un poco para darnos cuenta que las dietas restrictivas constantes suelen llevar a algunas personas a un ciclo en el que se hace dieta / se hace trampa / se rinde / se inicia otra dieta; a este ciclo se le ha dado el nombre de «todo o nada».
Por otro lado, al hacer una dieta muy estricta se suele entrar en otro ciclo que estudiosos de Estados Unidos han llamado «al diablo» y que indica el momento en el que, cuando rompemos una dieta, en lugar de restringir nuestra ingesta de calorías en comidas posteriores, nos soltamos y nos salimos de control.
Los efectos «todo o nada» y «al diablo»fueron las primeras fuentes de inspiración para Evelyn Tribole, dietista titulada y coautora del popular libro Alimentación intuitiva: el retorno a los hábitos alimentarios naturales, ahora en su cuarta edición en inglés.
El libro señala que escuchamos muchas de las señales biológicas de nuestro cuerpo, como tener la vejiga llena. Pero a menudo tendemos a ignorar las señales de nuestro cuerpo sobre el hambre, la saciedad y la satisfacción.
La nutricionista Jesica Lavia, autora junto a la periodista Paula Giménez del libro Pese lo que pese, instan a eliminar del vocabulario el concepto dieta de adelgazamiento y hablar de planes de alimentación para estar saludables. Esto significa que sean planes alimenticios «que se puedan seguir a largo plazo y tengan en cuenta cuatro variables: cantidad, calidad, armonía y adecuación. Si no se cumplen las cuatro no se puede decir en ningún caso que un plan de alimentación sea adecuado», concluye Lavia.
Nuevos hábitos mentales
Quienes son partidarios de la alimentación intuitiva, nos invitan a cambiar ciertos hábitos mentales que son los pilares para una vida plena y feliz.
- Reconciliarse con la comida, y no etiquetarla como «buena» o «mala». Hay personas que llevan 20 años sin probar un chocolate o un helado, queriendo hacerlo, pero que los retiraron de su vida «por malos», cuando en realidad no lo son.
- Abstenerse de hacer comentarios sobre el propio cuerpo y el de los demás. Estudios han arrojado datos certeros de que lo que verbalizas en contra de tu cuerpo, hace que sea una realidad porque estás manifestando el hecho de que te ves mal. También es perjudicial estar pendiente del cuerpo de los demás y criticarlo.
- Honrar la salud con una nutrición gentil. Nuestro cuerpo es, como bien se ha dicho por siglos, un templo. Honrarlo dándole lo mejor que esté al alcance sin obsesionarse por ningún alimento en particular. Eso es gentileza.
La dieta gentil
El concepto dieta, entendido como hacían los griegos, como régimen de vida, es «elegir alimentos saludables el 85% del tiempo, pero reservar un pequeño porcentaje para esos momentos en los que, por diferentes motivos, nos pueda apetecer, llegado el caso, tomar algo menos sano». El dietista español Paco Ojeda insiste en que, cuando eso ocurra, trabajemos para no sentirnos culpables, siempre que nuestra alimentación sea en su gran mayoría sana, basada en carnes, pescados, legumbres, frutos secos y, sobre todo, frutas, verduras y hortalizas.
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«Aprender a relacionarnos con nuestras emociones y a vivir la relación con la comida sin culpa y tomando buenas decisiones en cada momento es la clave para tener un peso saludable», concluye Paco Ojeda.
El Punto Justo de…
El 6 de mayo se celebra en todo el mundo el llamado Día Internacional sin Dietas, una buena muestra de que hay días internacionales para casi todo, y también de que someterse a dietas estrictas para perder peso en raras ocasiones acaba siendo la solución contra el sobrepeso y la obesidad. Los orígenes de esta fecha se remontan a 1992.
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