Cuando en 2019, los Food and Travel Reader Awards premiaron a la ciudad de Oaxaca como el Mejor Destino Gourmet reconocían a una de las gastronomías más ricas y diversas de la República, y también una de las favoritas de mexicanos y extranjeros, y es que los platillos oaxaqueños gustan en todo el mundo.
Cada una de sus ocho regiones: la Cañada, la Costa, el Istmo, la Mixteca, la región de Papaloapan; la Sierra Sur y la Sierra Norte; y los Valles Centrales representa un paraíso de culturas, biodiversidad y productos artesanales.
Las raíces indígenas, negras y españolas conformaron en Oaxaca una cultura sincrética que le ha dado al mundo platillos e ingredientes tan emblemáticos con los 7 moles de Oaxaca, las tlayudas, el chocolate y los chapulines. Quédate leyendo y te contaremos más sobre los iconos de la cocina oaxaqueña.
justo.mx reconoce las tradiciones culinarias de México por lo que te ofrece una variedad de productos artesanales y locales.
La tierra de los 7 moles
Aunque actualmente en Oaxaca existen 8 regiones, no siempre fue así. Las regiones Sierra Norte y Sierra Sur fueron por mucho tiempo una sola región con tradiciones comunes. Los siete moles emblemáticos de Oaxaca, de hecho hacen referencia a estas siete regiones.
Los moles —como en el resto de México— son preparaciones festivas, hechos con parsimonia y cuidado. Mezcla de ingredientes y saberes prehispánicos y españoles, el mole en Oaxaca es reflejo de su diversidad cultural.
Mole negro
Con 34 ingredientes que incluyen chile mulato, guajillo, chipotle, plátano, almendras, nueces, cacahuates y tortillas tatemadas, el mole negro es, sin duda, el más reconocido y se destaca por utilizar un chile endémico del estado: el chile chilhuacle.
Sin duda es esl rey entre los platillos oaxaqueños.
Mole rojo
El mole rojo, por su parte, es muy semejante al negro, pero los chiles no se tateman tanto, para que mantengan sus colores.
Mole amarillito
En la zona del Valle se prepara el mole amarillito. Hecho con miltomate, cebolla, ajo, tortilla y cilantro, entre otros ingredientes. Se acompaña con chochoyotes, bolitas de masa con manteca y sal.
Mole verde
Hecho con chile verde, perejil y tomates verdes, el mole verde adquiere su singular sabor de la hoja santa, una hierba que se utiliza en todo México tanto de forma medicinal como en preparaciones gastronómicas.
Mole chichilo
Un mole especialmente dedicado a las festividades, bodas, bautizos y fiestas patronales, es el mole chichilo, hecho con chiles chilhuacles, pasilla, mulato y tortillas quemadas.
Mole coloradito
También está el coloradito, un mole bastante más dulce y hecho con chile pasilla, chocolate y pan de yema.
Mole estofado
Por último, pero no menos importante, está el estofado, un mole que se prepara en las zonas altas y frías del estado de Oaxaca. Más caldoso que los otros, el estofado se prepara con pollo, aceitunas, tomate, ajonjolí y alcaparras.
Tlayudas
Si has ido a la ciudad de Oaxaca, seguramente al visitar el mercado Benito Juárez has sido seducido por los deliciosos olores de los puestos de comida donde se preparan las tlayudas.
Estas enormes tortillas tostadas tiene como base de su preparación a los famosos asientos, una grasa espesa y quemada que queda al fondo cuando se prepara el chicharrón.
Además de eso se prepara con diferentes ingredientes como frijoles, mole negro, chorizo, tasajo, y claro, quesillo, conocido como queso Oaxaca en otros estados de la República.
En 2020, en Twitter se lanzó un concurso gastronómico donde las personas votaron por la mejor comida callejera de toda Latinoamérica, y sí, la ganadora fue la tlayuda.
Chapulines
Muchos extranjeros se asombran cuando visitan algunas regiones de nuestro país, y se enteran de que el nuestro es un pueblo que practica la entomofagia. Y que nuestra gastronomía cuenta con delicias culinarias como los escamoles, las chicatanas, los gusanos de maguey y por supuesto los chapulines.
En Oaxaca los chapulines se marinan con sal, chile y jugo de limón. Pueden comerse solos como un saludable snack rico en proteínas, o pueden añadirse a los tacos, memelas, tlayudas o demás platillos oaxaqueños.
Gracias a los productos frescos, ricos y saludables que se dan en estas tierras, México es un crisol de culturas culinarias reconocidas al grado que la Unesco la incluyó en su declaratoria de patrimonio inmaterial de la humanidad.
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