Así como en algún momento estuvieron de moda las etiquetas «orgánico», «antioxidante» o «vegano», la nueva moda wellness son los alimentos probióticos. Y todo ello se deben a los múltiples beneficios que tienen para nuestra salud: tanto la física como la mental.
En justo.mx puedes encontrar alimentos probióticos frescos, deliciosos y saludables.
Aunque los alimentos probióticos siempre han sido indispensables en una dieta saludable, después de la pandemia de COVID-19 se volvieron un tema fundamental.
Relacionados con la salud inmunológica y mental, los probióticos son un tema relativamente nuevo en la investigación médica. Apenas en la década de 1950 se empezó a hablar de ellos, cuando los investigadores se dieron cuenta de que los antibióticos influyen negativamente en los organismos benéficos que habitaban en nuestro intestino.
A continuación te contamos todo lo que debes saber sobre los alimentos probióticos.
1. Los probióticos están relacionados con la microbiota
Los probióticos son alimentos o suplementos que de hecho contienen microorganismos vivos que mantienen o mejoran la microbiota.
Antes llamada flora intestinal, la microbiota adoptó este nombre debido a que de hecho no pertenece al reino vegetal. Pero sí es un universo de bacterias y microorganismos que pueden llegar a los 100 mil millones de 400 especies distintas y que se encuentran sobre todo en el intestino y en el colon.
Estas bacterias y microorganismos benéficos mantienen una relación simbiótica con nuestro organismo y contribuyen a varios procesos fisiológicos y de hecho nos defienden de muchas enfermedades.
Una forma de mantener sana nuestra microbiota es consumiendo alimentos probióticos.
2. Nuestro sistema inmune los necesita
Si bien la microbiota y por ende los probióticos juegan un papel crucial en nuestra salud digestiva (sintetizan vitaminas y aminoácidos) esto no es lo único que hacen por nosotros. Una de las cosas que se han descubierto es que los bebés, desde el vientre materno, empiezan a desarrollar su propia microbiota que va creciendo con el consumo de la leche materna, una vez que nacen; y con la alimentación posteriormente.
Estos pequeños organismos que viven en nosotros desde que somos pequeños tienen además una función protectora. Ubicados en nuestras mucosas, son siempre la primera barrera contra patógenos que pueden enfermarnos: nos defienden contra virus y bacterias que pueden llegar a nuestro organismo y pueden hacer la diferencia para mejorar un proceso infeccioso.
3. Están relacionados con la salud mental
Otra de las cosas que se descubrió recientemente es que los probióticos pueden ayudar a mejorar nuestro estado de ánimo y salud mental.
Resulta que la microbiota tiene una relación directa con las inflamaciones sistémicas que son procesos inflamatorios que afectan a todo nuestros órganos, y estos están íntimamente relacionados con procesos neurodegenerativos y de estado de ánimo.
Obviamente existe una variedad de factores, pero algunas de las enfermedades que guardan alguna relación con estos procesos inflamatorios son la depresión, la bipolaridad y la esclerosis múltiple.
Además la microbiota intestinal es la que modula nuestra producción de serotonina, la llamada hormona de la felicidad.
4. Son buenos para el corazón y la salud cardiovascular
Resulta que tomar probióticos para mantener nuestra microbiota también es benéfico para nuestro corazón. En específico existe una bacteria: la Lactobacillus rhamnosus, que tiene una acción protectora del corazón y se cree que podría ayudar a mejorar corazones dañados.
Pero no solo eso, una microbiota sana también regula los niveles de colesterol en sangre, lo que junto a otros factores hará que tengas un sistema cardiovascular más saludable.
5. Combaten las alergias
Otro de los recientes descubrimientos sobre los probióticos y la microbiota es que ayudan a modular las alergias tanto en niños como en adultos.
La rinitis, las alergias alimentarias y la dermatitis atópica son algunos de las afecciones pueden mejorar con el consumo de probióticos.
6. Dónde se encuentran
Estos son algunos alimentos ricos en prebióticos.
• Kombucha: es una bebida que nace a partir de la fermentación del té negro.
• Kéfir: tiene una gran cantidad de probióticos. Es similar al yogur para beber.
• Yogur: Es mejor optar por los yogures griegos sin azúcar. También existen versiones veganas.
• Chucrut: de origen alemán y alsaciano es una guarnición hecha de col fermentada. Además de la gran cantidad de probióticos que posee, hay estudios que señalan que su consumo también reduce la incidencia de cáncer de mama.
• Kimchi: Es uno de los platillos nacionales de Corea. Igual que el chucrut está elaborado con coles fermentadas, pero en este caso se le añaden chile, ajo, jengibre y pescado, y se deja fermentar durante aproximadamente 20 días.
7. ¿Deben llegar vivos al intestino?
En su camino hacia el intestino, algunos probióticos son aniquilados por los ácidos del estómago; por lo que mucho tiempo se pensó que era necesario elegir solo aquellos que soportaran los procesos del tracto digestivo. Sin embargo, el que no se implanten en el intestino no significa que no tengan efectos positivos, ya que durante su camino liberan enzimas que nos pueden ayudar a la digestión.
8. Los prebióticos son sus compañeros
Pero los alimentos probióticos no son los únicos que mejoran nuestra microbiota. Las bacterias y demás microorganismos benéficos que habitan nuestro cuerpo necesitan nutrirse de otros componentes alimentarios llamados prebióticos.
Los prebióticos están formados por fibras que nuestro organismo es incapaz de digerir y que forman parte de ciertos alimentos como las alcachofas, legumbres, papa, ajo, cebolla, puerro, trigo, avena, cebada, plátanos y la miel.
Así que ahora ya lo sabes. Una alimentación balanceada que incluya probióticos y prebióticos es indispensable para una vida más plena.
9. El estrés y otros factores externos pueden afectar tu microbiota
Además de la alimentación hay factores externos que pueden afectar la microbiota.
Uno de los más dañinos es el uso indiscriminado de antibióticos. Estos destruyen el equilibrio de la microbiota y por eso es muy importante tomarlos solamente bajo prescripción médica.
Otros factores que pueden alterar la microbiota son el estrés, el consumo de agua clorada, el uso indiscriminado de laxantes, antiinflamatorios y antiácidos.
10. Cuándo tomar suplementos
La mayoría de los probióticos no son considerados medicamentos, sino suplementos a la dieta por lo que no existen razones que indiquen que pueden dañarnos en caso de que no los necesitemos.
Sin embargo, antes de tomar un suplemento es mejor consultarlo con personal médico especializado.
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